Estamos en una época del año en donde el frío puede jugar malas pasadas a nuestra piel. Ya hablamos de cómo proteger nuestro cuerpo del mal tiempo, pero hoy, me quiero centrar en nuestras manos.
Son nuestra carta de presentación, nuestra puerta de comunicación al mundo y por ello mismo son una de las partes de nuestro cuerpo que más sufre y que más debemos cuidar.
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| Carmen María |
Para comenzar, como en todo, es importante mantener una buena higiene en nuestras manos y enjabonarlas y aclararlas cuanto sea necesario, manteniendo un estado adecuado de limpieza. Recordad que antes de comenzar cualquier tratamiento vuestras uñas tienen que estar debidamente despintadas con un quitaesmalte, para lo cual os recomiendo que se trate de uno sin acetona, que será más respetuoso y menos agresivo con nuestras uñas.
En segundo lugar, cuando vayamos a trabajar con nuestras uñas puede ser útil emplear pastillas efervescentes para manicura. Se trata de pastillas pequeñitas que se disuelven en agua tibia y contienen aceites emolientes cuyas propiedades principales consisten en hidratar y reblandecer la cutícula para permitirnos trabajar mejor con ella, así como blanquear nuestras uñas, según las propiedades específicas de aquellas que escojáis.
También podemos emplear vaselina o cremas específicas en dicha zona, puesto que las cutículas son estructuras que tienden a endurecerse y que es bueno retirar en caso de que estén muy descuidadas. De todos modos, no os obsesionéis, si vuestras cutículas están descuidadas y cubren demasiado la superficie de la uña, podéis hidratarlas y retirarlas un poco con un palito de naranjo; sin embargo, en caso de que sean pequeñitas y estén bien hidratadas, no tiene por qué ser necesario.
En tercer lugar, utilizad un cortaúñas pequeño y retirad con cuidado todos aquellos pellejitos y padrastros que podáis tener alrededor de vuestra uña. Hacedlo con cariño y no os excedáis, pues podéis causaros heriditas o infecciones. Para seguir, cortad vuestras uñas a vuestro gusto y dadles forma con una lima. Lo ideal es deslizar la lima siempre en el mismo sentido, para conseguir una superficie mejor pulida.
Por último, lavad vuestras manos para eliminar cualquier resto o impureza que haya podido quedar y recordad hidratarlas muy bien, para lo cual no dudéis en emplear cremas con texturas untuosas muy hidratantes que garanticen unas manos suaves y cuidadas.
Así, tendremos unas manos listas para lucir este invierno!
Mil besos,
B.
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